martes, octubre 09, 2007

Y que pasa si...

Espejos envueltos en una sublime ensoñación. Flores disecadas encima de una cama que ya es amiga de la eternidad.

En el caos, inmersa, desconfiada. Desnuda frente al torbellino. Casi adentro. Casi afuera.

Figurín de un fantasma, dejado por la mitad. Llena, incompleta, radiante y solar.

Lejana, ahí empezaba encontrarte, y fue donde no busque.

Si lo que seduce nunca suele estar donde se piensa, aquello era el mejor ejemplo, mientras la ciudad reía irónica y intentaba desde sus mas altos edificios, olvidarnos.

Como a tantas hojas, que al viento se negaron, como a tantos caminos que fueron esquivados, la pesadilla insomne no se atreve a despertarme, ignorando que el cansancio no siempre es señal de auxilio.

Hablar para ocultar, expresar para no decir, callar para que me escuches.

Cielos verdes no tardan en anunciar la llegada de las ultimas golondrinas moribundas, que esperan el fin para volver a volar.

Dentro de un frasco: La luna.

Dentro de un lienzo: el macabro espectador.

Fin del olvido. Comienzo del ocaso, el mañana, la eternidad infinita. Ayudame a despertar...

(acá en este ultimo párrafo, tendría que contar lo que no se, y me da miedo lo que no quiero mostrar, ni contar, porque siempre se resume todo en un quiero verte)